MENOS DE 50 RAZONES POR
LA CUAL
LOS PRACTICANTES DE
BDSM DEBERIAMOS DE LEER “50 SOMBRAS DE GREY”
Durante el verano del 2011 salió en las librerías de habla inglesa el primer tomo de una trilogía anunciada como: “la novela más esperadas desde la saga “Crepúsculo”” escrita por la inglesa Erika Leonard y publicada con el seudónimo de E.L. James,[i] truco común en las editoriales cuando el autor es mujer y las mismas casas editoras no tiene fe que los lectores compren un libro escrito por una,[ii] y cuyo origen se remonta como una fanficition exactamente de la saga “Crepúsculo” escrito por un tal “Snowqueens Icedragon.”[iii]
Desde su salida, el libro en cuestiones mercadotécnicas y de ventas ha
tenido un éxito rotundo, al grado que en este año se estrenara la adaptación en
cine del primer libro distribuida por Universal
Pictures,[iv] del mismo modo,
el auge de seguidores de las novelas ha ido en incremento siendo fervientes
admiradoras una gran gama de mujeres que en últimas fechas ostenta el nombre de
“sumisas” deseando encontrar su propio Christian Grey.
No obstante para la gran mayoría de practicantes de BDSM en el mundo
tomamos esto común revés en todo lo que se ha logrado en cuanto a desmitificar
los mitos y tabús que satanizan el BDSM como práctica sexual alternativa, al dulcificarla
y darle una perspectiva muy “ligera” a las practicas que se realizan.
He leído el libro,
dos veces para ser exactos, la primera cuando me lo regalaron y la segunda hace
unos días exactamente para escribir este ensayo, y aunque en el estilo
literario tiene también sus pros y contras, realmente no es desde la
perspectiva que deseo abordarlo, ya que en lo que la gran mayoría de
practicantes de la ciudad de México estamos de acuerdo es que ha tenido un
éxito comercial bastante loable.[v]
Sin embargo la trama no presenta ni aporta nada nuevo, ni novedoso, ni
concluyente dentro del BDSM, ni en su forma, ni contenido, así que desde mi
perspectiva lo único innovador que tendrá será propiamente una campaña
mercadotécnica para la gente en general.
Para empezar no es la primera novela comercial con tintes BDSM, y por lo
tanto muy ajeno a que en estos momento tenga un “boom” de manera muy personal no pienso que vaya tener una
repercusión en cuanto a cuestiones literarias,[vi]
tenemos autores de este género, que pueden plasmar mil veces mejor las
vivencias, las sensaciones, las emociones del BDSM que la autora de “50 sombras de Grey”.
Muy ajeno a las más conocidas “Historia
de O“ de Pauline Réage[vii]
y la trilogía (próximamente Tetralogía) de la “Bella Durmiente” y “Hacia el
Edén” de Anne Rice escritas con el pseudonimo de A.N. Roquelaure[viii]
y Anne Rampling[ix] respectivamente, tenemos
obras como “La Atadura” de Vanessa
Duréis[x],
“9 Semanas y media” de Elizabeth
McNeill,[xi]
“La Imagen” de Jeanne de Berg[xii]
o la serie “The Marketplace” de Laura
Antoniou,[xiii] solo por mencionar las
más comunes de encontrar.
La cuestión con 50 sombras es que representa un mundo simplista, muy
ajeno a realidad cotidiana de las practicas reales, hace hincapié que solo la
gente que tiene una posición acomoda, monetaria o socialmente hablando, puede
ser partícipe de esta, y eso ya es bastante errado, entre algunos practicantes
tenemos la broma general de decir: “la mejor tienda de juguetes BDSM es una
simple ferretería”, ya que aunque realmente nos valemos de toda una gran gama
de manufactura especializada para nuestras prácticas, realmente el único límite
es nuestra propia imaginación.
Otra de las cuestiones a discusión es el que realmente no existe BDSM
como tal en todo el libro, sí, es cierto que Christian ata a Anastasia con una corbata,[xiv]
pero fuera de eso y el Spank en un par de ocasiones,[xv]
que efectivamente muchos podrán decir fue de lo más light, no tiene una escena
BDSM como tal. Podrán decir; Es que
tiene su propia mazmorra en su casa, (el famoso cuarto Rojo)[xvi]
pero BarbaAzul también tenía una y no era propiamente un practicante de BDSM
así que eso también queda mucho en duda.[xvii]
Como nota curiosa tenemos que la mención del termino BDSM solo se
menciona 3 veces durante todo el libro en los capítulos, 14, 23 y 25, y que
incluso en algunas traducciones el termino no aparece como tal, sino que es
cambiado por sadomasoquismo o alguna palabra similar.
El Tema del control que Grey ejerce en cuanto a la comida o cuidado de
Anastasia también queda en duda, pues fuera del contrato no se menciona más que
cuando Anastasia no quiere acabarse su comida. [xviii]
El hecho de que en el libro se mencione terminología que nosotros
usamos, al igual que los contratos[xix]
y los limites duros ( límites infranqueables en el libro) solo demuestra que la
autora hizo un trabajo de investigación muy bueno, pero no por eso significa
que lo haya experimentado, si, sé que uno puede ser un buen critico de futbol
sin ser futbolista, pero por eso mismo hay gente que no solo sea preparado y
dedicado a conocer y explicar a fondo lo que es el BDSM no solo en el contexto historio,
sino desde diferentes perspectivas, sociales, educativas, antropológicas, psicológicas,
etc. de vida para los practicantes.
Trabajos de índole más instructiva y formativa como los textos de Patrick
Califia,[xx]
Gloria Brame[xxi], Cleo DuBois[xxii],
Jay Wiseman,[xxiii] José Luis Carranco,[xxiv]
Dommina Zara[xxv], Domme Jaguar[xxvi]
o el colectivo “Cuadernos de BDSM”[xxvii]
quienes han dedicado parte de su vida a realizar estudios, talleres y ensayos
que han ayudado al engrandecimiento, educación y apreciación del BDSM para
gente en general y los mismos practicantes.
Tomando en cuenta el nombre de este pequeño ensayo, ustedes se
preguntaran, entonces; ¿para qué demonio tengo que leer el libro o ir a ver la
película?
La respuesta es sencilla; porque nos enfrentamos a una oleada de gente
que solo “estará por estar”, que sentirá que por saber un par de términos,
aguantar un par de palabras altisonantes, y una serie de nalgas mal dadas,
podrá llevar las prácticas a los limites, que como muchos de nosotros sabemos
no solo algunas de ellas no son fáciles, sino sumamente riesgosas,[xxviii]
y que muchos hemos aprendió en el ”prueba y error”, yo mismo tengo bastantes
anécdotas que aunque al sol de hoy puedan resultar cómicas, en su momento
representaron una situación delicada y problemática.
No soy partidario de negarle la información y el conocimiento a nadie,
al contrario el que busca ese conocimiento para llevarlo a ser parte de su
vida, tiene toda mi atención para lo poco o mucho que puedo compartir e irlo
dirigiendo a un buen puerto, sin embargo puedo decir con seguridad que de 10
“sumisas” que lleguen a buscar a su Christian Grey, solo una se quedara en lo
que es la practica BDSM real, y que de los 10 “dominantes” que se presenten
como tal, solo uno o a lo sumo dos han preocupado por buscar a fondo el
significado del acrónimo BDSM, más allá de lo que significa cada una de sus
letras.
Es importante que la apertura a la diversidad y a la alternita sexual
este presente… pero con responsabilidad, nos guste o no somos parte de un
engranaje que nos obliga a cuidarnos y cuidar nuestro modo de vida, algunas
vece nos quejamos de que nuestros particas son “ underground” o elitistas, pero
esto se debe precisamente a que muchos de nosotros hemos labrado nuestro camino
en esto con paciencia, dedicación e incluso esperanza y sabemos que esto no se
logra en dos semanas o por leer el libro de moda sobre el tema, antes de
correr, aprendimos a caminar.
Abrámosles la puerta a todos los que están interesados en saber y
experimentar el BDSM, por y para eso existen los diferentes grupos dedicados a
esto, en la ciudad de México, pero dejemos en claro que esto no solo es venir a
dar dos nalgaditas y a “coger Duro”, y esto solo lo lograremos sabiendo
realmente donde están las fallas de dicho libro y conociendo cual es el
atractivo real que le llama la atención a los lectores sobre la temática,
poderlo criticar no solo diciendo; “es un libro comercial que pondrá el BDSM en
moda,” o “es porno duro para mujeres”.
Para terminar me referiré a una frase del libro que me llamo mucha la
atención: “Porque estoy muy jodido,
Anastasia. Tengo muchas más sombras que luces. Cincuenta sombras más.”[xxix]
Quien me conoce y me ha tratado sabe que mi deconstrucción como practicante
de BDSM la he hecho de manera natural, puedo decir sin problema que yo tengo
más de 500 sombras encima, pero el tener “sombras” en mí no me hace una persona
descompuesta o “jodida” sino que hace contraste para que mi parte luminosa salga
y deslumbre, el hecho que la autora pinte un Christian Grey como un ser descompuesto
que usa como muleta el BDSM para poder funcionar como cualquiera, no refleja en
nada lo que realmente hacemos los practicantes de BDSM, me atrevo a decir a
abiertamente que no se aplica a la gran mayoría de los practicantes, que como
todos, tenemos nuestros aciertos y nuestro errores, he conocido gente interesante,
inteligente, innovadora, especiales, profesionales, he podido ver y estar en
las comunidades más importantes de la ciudad de México, y puedo decir con
seguridad que lo único que nos diferencia de la gente Vainilla es que nosotros hemos
podido abordar y confrontar nuestra sexualidad de formas muy diferentes y
alternativas (y sumamente divertidas) que el grueso de la gente.
Espero les haya gustado este pequeño ensayo con el punto personal de un practicante
perverso, excéntrico y un poco loco, veamos cómo se desarrolla el “boom” de la película y esperare con
ansia a que salga la segunda parte para seguir también con la continuación de
este texto.
Abrazos y azotes a Todos.
Es cuanto
Es cuanto
Axel Antonio Andrade Almanza
La Rosa Negra.
31 de Enero del 2015
México.
México.
NOTAS
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